Cuando una relación se termina. Sobreescribiendo los recuerdos…

Siempre estaba al acecho, la esperaba en cualquier sitio para hacerle daño, los lugares donde acostumbraba a esperarla eran con frecuencia los que en otro momento habían sido sus favoritos y a los que ahora no podía ir sin encontrárselo. El arma que solía utilizar para herirla eran los recuerdos. Su agresor… El Pasado.

Cuando una relación se termina, hay personas que no quieren volver a los lugares donde han sido muy felices porque quieren guardar el recuerdo del sitio junto con el recuerdo de la vivencia. Son recuerdos que no se quieren borrar.

Por el contrario, hay personas que no quieren volver a los lugares donde han estado con alguien, porque esos lugares les traen recuerdos que les hacen daño y no quieren evocarlos.

Hay incluso lugares en los que sin haber estado, nos recuerdan a una persona que está vinculada a ese sitio, y si el recuerdo de la persona es doloroso, lo es también el lugar.

La forma en que afrontemos el dolor de los recuerdos que evocan los lugares y el poder superarlo, depende mucho de nosotros. Podemos optar por evitarlos, pero con esta opción nos estaremos perdiendo sitios y experiencias muy interesantes, y el dolor va a seguir ahí, siempre que pensemos en ese sitio, que pasemos cerca, nos dolerá.

Otra forma es crear recuerdos nuevos, recuerdos propios, construir una nueva historia que haga que cuando pensemos en ese sitio, el recuerdo no esté vinculado a la persona o a la situación que no queremos recordar, sino a una nueva historia. Esto es la independencia emocional. Dar típex a las paredes, a los restaurantes, a las playas… y sobreescribir los recuerdos.