desarrollo personal

Características de la autoestima baja: qué hacer para mejorarla

La baja autoestima es la herida producida por nuestro enemigo más cruel, que no es otro que nosotros mismos.

Si construimos nuestro autoconcepto basándonos en nuestras debilidades, nuestros defectos y nuestras incapacidades, sin tener en cuenta nuestras habilidades, talentos y capacidades, el resultado será una autoestima baja.

La autoestima no es un valor estable, sino que puede variar a lo largo de la vida. La pérdida de un empleo, una ruptura amorosa, una enfermedad, etc. pueden provocar una bajada de la autoestima.

Afortunadamente, igual que baja puede subir y nosotros somos también nuestro mejor aliado para conseguirlo, estableciendo una relación sana con nosotros mismos.

¿Cómo mejorar la autoestima?

Existen ciertas características comunes en las personas que tienen baja autoestima y cada una de ellas puede ser trabajada para mejorarla.  Te las contamos:

Prefieren no expresar su opinión por temor a provocar una mala impresión a los demás o que su opinión sea rebatida y no saber defenderla. Sienten que su opinión no tiene el mismo valor que la de los demás.  Para perder el miedo a expresar su opinión, las personas con baja autoestima pueden entrenar este aspecto con personas con las que se sientan seguras, e ir ampliando el círculo a medida que van cogiendo confianza.

Evitan participar en actividades que requieran alguna habilidad o capacidad, ya que se sienten observados y evaluados constantemente y no confían en poder hacer bien casi nada, por lo que prefieren no arriesgarse a dar una mala imagen o ser objeto de burlas. Al tomarlo todo de manera personal, es habitual que las persona con la autoestima baja se pongan a la defensiva con frecuencia. Para superar esta barrera, igual que con el punto anterior, es necesario que la persona que quiere trabajar su autoestima identifique las actividades y los escenarios sociales en los que es más probable que tenga éxito y comience a participar en ellos de forma activa, ya que esto le ayudará a superar sus creencias sobre su poco valor personal.

Comparan sus carencias y los aspectos más negativos de su carácter, de su físico, de sus habilidades, de sus capacidades, etc., con lo mejor de los demás, por lo que en las comparaciones siempre salen perdiendo, lo que hace que se sientan inferiores. Como mecanismo de defensa, algunas personas con baja autoestima critican continuamente a los demás y especialmente a quienes consideran que pueden ser un rival. Trabajar esta autopercepción requiere que la persona plante cara a su peor enemigo, que es ella misma, y reformule sus pensamientos para dar valor a sus fortalezas y a sus puntos positivos, con el fin de que su autoconcepto no se construya únicamente con sus debilidades.

Buscan constantemente la aprobación de los demás. Su estado de ánimo depende de si las demás personas les validan. Para superar la necesidad excesiva de aprobación, la persona con baja autoestima debe entender que el hecho de que otra persona no esté de acuerdo,  tenga otra opinión sobre algo, o no esté satisfecho con un resultado, no significa un rechazo a la persona en sí, ni estar en desacuerdo de forma general con esa persona, sino con algo en concreto y que eso es una parte normal, sana y enriquecedora de las relaciones humanas.

No confían en su capacidad para tomar decisiones. El temor a equivocarse hace que necesiten la opinión de los demás para tomar una decisión y que se vuelvan dependientes de las personas de su entorno que les ayudan a decidir.  Para perder el miedo a equivocarse, la persona debe plantearse en primer lugar si el miedo se debe al posible resultado, o a lo que puedan pensar los demás. Empezar por decisiones que puedan implicar errores fácilmente asumibles por uno mismo, independientemente de lo que opinen los demás, es un buen comienzo para ir cogiendo confianza en las propias decisiones y aceptar los errores, no como fracasos, sino como parte del aprendizaje vital.

No defienden sus derechos, ya que desconfían de su capacidad para imponerse cuando es necesario y optan por dejarse pisar. Para desarrollar la habilidad de defender sus propios derechos, la persona que se propone subir su autoestima debe aprender a expresar sus propias necesidades de forma asertiva, es decir, diciendo de forma serena, clara y directa lo que quiere decir, lo que desea o necesita, sin adoptar una posición defensiva, ni utilizar reproches, ni excusas, ni tampoco una actitud sumisa o pasiva.

No reconocen sus logros como méritos propios. Como piensan que no son capaces de hacer nada bien, atribuyen sus éxitos a causas externas y sólo sus fracasos a sí mismos. Al pensar que no se han ganado o que no merecen las cosas positivas que consiguen, temen perderlas en cualquier momento. Para mejorar estar percepción, la persona que quiere aumentar su autoestima debe asumir el control y la responsabilidad de su vida, dando valor a los talentos que le han llevado a conseguir sus logros y aceptando los resultados negativos como una parte más de su historia.

Se sienten incapaces de conseguir sus objetivos. No confían en que puedan superarse a sí mismos y afrontar nuevos retos. Anticipan que no van a ser capaces de conseguirlos y esto hace que habitualmente ni siquiera lo intenten. Algunas personas con baja autoestima desean que los demás tampoco consigan sus objetivos, ya que esto les demuestra que no son los únicos que no tienen éxito y les reafirma en su idea de que no merece la pena intentarlo, pudiendo permanecer en su zona de confort. Para perder el miedo a salir de la zona de confort es importante hacer un reconocimiento consciente de las cosas que hemos ido consiguiendo durante nuestra vida, de las barreras que hemos ido superando y marcarse nuevas metas que sean realistas y posibles de conseguir. Los pequeños logros infundirán la confianza necesaria para proponerse nuevos retos.

Se culpan a sí mismos cuando algo no sale bien. Piensan que las cosas salen mal por su falta de capacidad, de habilidades, o por otras características personales. Como mecanismo de defensa para aminorar este sentimiento de poco valor y debido a que aceptan mal las críticas, algunas personas con autoestima baja tienden a buscar culpables. Superar este sentimiento de culpa requiere aprender a hacer críticas constructivas sobre uno mismo, analizando el por qué y no el por quién ha salido mal, lo que permitirá obtener un aprendizaje para hacerlo mejor la próxima vez.  

Están descontentos con su apariencia física. Se centran en sus defectos y aspectos menos atractivos, exagerándolos y pensando que son muy visibles para los demás.  Trabajar este síntoma supone darse cuenta de que la belleza tiene más que ver con la actitud que con los rasgos físicos, además de ser una cuestión de percepción totalmente subjetiva y que cada uno tiene sus gustos, siendo las personas con autoestima baja los jueces más estrictos consigo mismos.  


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