Blog

Patricia y la sombra de su ex

Patricia tenía un novio muy controlador que quería saber dónde y con quién estaba en todo momento, y por supuesto, casi nunca le parecía bien. Llegó un momento en que las cosas se le fueron de las manos y Patricia tomó la decisión de romper con él.

Durante muchos meses después, Patricia iba conociendo a otros chicos y por algunos de ellos se sintió bastante atraída, pero en cuanto el chico, en una conversación de whatsapp le preguntaba ¿qué vas a hacer hoy después del trabajo? o cualquier otra pregunta en la que lo único que mostraba era interés por ella, o que incluso podía ser un preámbulo para proponerle una cita, ella se sentía de nuevo controlada y rompía el contacto con él.

Pasó mucho tiempo hasta que Patricia logró dejar de sentirse amenazada.

Si pudiésemos configurar a nuestra pareja ideal con los rasgos físicos y la personalidad que queremos, sin duda incluiríamos también una lista con lo que no queremos y seguramente cuando fuéramos a escribir esa lista, pensaríamos en nuestras últimas parejas y empezaríamos por esas cosas que no nos gustaban de ella.

La mayor parte de esas cosas son poco importantes, pero a veces, determinadas características de la personalidad de nuestra pareja, en relaciones tóxicas, nos dejan heridas muy profundas, muy difíciles de curar, y eso hace que en cuanto vemos en otra persona un comportamiento que nos recuerde a ese rasgo, sobre reaccionemos, haciéndole pagar por los errores y los fallos de nuestro ex.

Es por ello que después de una ruptura es importante darse tiempo a uno mismo para “curarse”, para analizar por qué consentimos ciertas conductas o por qué teníamos nosotros mismos conductas en las que ahora no nos reconocemos, y ser capaces de perdonar a ese yo de entonces.

Entendernos, perdonarnos, reconciliarnos con nosotros mismos y con nuestro pasado, implica aprender a manejar las situaciones, sentirnos bien, crecer como persona y empezar a encontrar la felicidad en nuestro propio yo.

Y si aparece alguien con quien queramos compartir esa felicidad, que no debemos olvidar, está en nosotros mismos, estaremos mejor preparados para tener una relación emocionalmente independiente y sana.

Etiquetas
Mostrar más

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cerrar